11 septiembre 2009

Pasado efímero, futuro incierto. Pero destino cierto, cierto es.



Cuenta una leyenda,
acerca de nuestro destino,
que una bruja le dijo a un experto jinete,
que moriría de la caída de un caballo,
que ese era su fin
y que no podía hacer nada para remediarlo.

El hombre, aunque dudó de aquella premonición,
se creyó más listo que nadie,
así que dejó su silla y también al caballo.
Jamás volvió a montar
y se pasó el resto de su vida,
convencido de la estupidez de la bruja.

Un radiante día (el suyo),
almorzando feliz con sus amigos,
dos clavitos bailaron
y un cuadro enorme con la imagen de un caballo,
cayó sobre su cabeza,
partiéndola en dos.

Dicen, que hagamos lo que hagamos,
vayamos donde vayamos,
lo que tiene que ser, será.


(Peroo, ¿qué será, será? // But, whatever will be, will be. Doris Day.)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

cuenta la leyenda que un hombre estaba en un mercado y se cruzo con la muerte, aterrado huyo del pueblo, y la muerte al verle se pregunto...
¿que coño hace este aqui si a la tarde tengo que recogerle a 100 km de aqui?
anonimo.

noelia dijo...

Pues eso, que cuando nos toque, nos tocará.
Haz lo que tengas que hacer, es más tarde de lo que crees.