23 diciembre 2008

Rezo nocturno

"Virgencita palomina,
te suplico cada noche,
(más que rezo es un reproche),
que ya estoy cansada y triste,
que aunque no comas alpiste,
parece ser que no me escuchas,
¿es que en vez de paloma eres trucha?

Ya no quiero más castigos,
pues solo te hice dos pedidos:
el primero con esmero,
casi quitándome el sombrero,
que no pareciera paloma coja
y a ti te la trae floja.
Que mis rodillas no son resistentes,
que parecen cogollos crujientes,
y me avisan de ponientes,
y el dolor me chasquea los dientes.

Y mi segunda sugerencia,
que te pedi hasta clemencia,
que no creciera en mí palomino,
y ya tengo cuatro en camino.

Ahora ya no tengo amigos,
ni amor, ni techo, ni vida,
que confiar en palomina,
me ha llevado a la ruina.

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