30 abril 2009

Imágenes desagradables...

Y es que no se puede evitar.
Algunas imágenes desagradables,
quedan "impregnadas" en nuestra mente y retina
para varios días, meses o años.
Entran en nuestra cuerpo, mente y alma como fogonazos
y así, cada vez que cerramos los ojos,
se repiten una y otra vez.
Sin tregua.
No sirve el compensarlas mirando primaverales atardeceres,
flores hermosas o bellos rostros.
No hay salida.
No elegimos nosotros.
Las imágenes desagradables
se marchan cuando quieren.

El otro día en el metro:
ví a una japonesa vomitar sin límites.
Tuve cerca a una señora muy pomposa,
con pendientes gordos de perlas,
engullendo morros de cerdo,
mientras goteaba aceite por cada poro de su piel.
También tenía delante a un tipo bastante aceitoso,
con chancletas y calcetines, bermudas y lo peor,
la camiseta del Realísimo Madriz.

Han pasado 2 ó 3 días y cada vez que pestañeo, tengo angustia.
Por dios pido: que ésto acabe de una vez.


2 comentarios:

isa dijo...

estoy de acuerdo: "se marchan cuando quieren" es más creo (y tu mirada-texto lo demuestra) que la risa las espanta, o las hace menos terribles. abrazos matutinos y gracias por disolver la angustia. (sartre debería de haberte conocido, se le habría pasado la naúsea en un pis-pas. jajajaja)

noelia dijo...

Marisona! Haces buenos comentarios y buenos guisos! Y ahora no se si prefiero lo primero a lo segundo... y/o también viceversa (jejeje) ;-)